El 20 de marzo del 2010, se fue nuestra perrita, ha transcurrido casi un mes y aun me ahoga la pena, soy ateo, no sé si existe el alma, mi hija dice que ese dolor tan profundo que sentimos en el pecho cuando tanto amamos, esa es el alma. Yo la mía la tengo rota, evitamos hablar de ello, los unos delante de los otros y nos hacemos daño, porque luego en la soledad, en el quebranto, se rompen nuestros corazones y las lágrimas fluyen, causándome tanto dolor que solo me consuelo pensando en lo mucho que la quise y la quiero. ¿Porque tenemos que sufrir tanto a lo largo de una vida por los seres queridos?.
A veces me gustaría no tener corazón.
Mi perrita se ha ido, un coche la arroyo y la dejo sin vida y parte de nosotros se fue con ella, mi corazón se ahoga de dolor pensando en mi hija, su perrita, su amor.
Miramos a Rocco, su hijo y buscamos a nuestra perrita pero ya nunca sera posible, la llevamos a incinerar a Madrid y fue el peor día de mi vida.
Como si de una premoción se tratase, Iker Jimenez, estuvo hablando en su programa mileniun, de la simbiosis, la empatia, entre el perro y el hombre, treinta mil años juntos, mirándose, entendiéndose, el hombre buscando su ayuda, en la caza, en la carga, buscando su calor en invierno y él, él perro, él mas fiel y entrañable amigo, dándolo "TODO A CAMBIO DE NADA".
Nunca pensé que el titulo de este blog sirviese de epitafio para mi perrita.
Adiós cariño, nunca, nunca te olvidare.
rafael
martes, 13 de abril de 2010
jueves, 29 de enero de 2009
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